Hace unos días, estaba tirada en mi sillón, toda descepcionada al conocer los índices de movilidad económica y social (que no se han movido en décadas), los de desarrollo económico local en diferentes estados de la república mexicana y ¡el porcentaje de empresas que sobreviven a la prueba del tiempo!
¿Sabías que solo 15% sobreviven más de 10 años? Esto quiere decir que, con todo lo que custa emprender, una o tal vez dos empresas llegarán a más de 10 años de vida. Las demás, sucumbirán ante la falta de ventas, la falta de clientes, la falta de financiamiento, una mala administración o una mala reputación en atención al cliente. Lo peor, es que el 47% de los emprendedores y dueños de micro y pequeñas empresas, no hacen nada al respecto porque creen que así están bien... hasta que quiebran porque nadie los quiere.
Lo alarmante de esta situación es que, por cada 10 emprendedores, 8 o 9 se avientan al vacío con la bendición de su suerte, apostándole al que tal si sí, día tras día. Pensémoslo un momento: ¿para qué arriesgarse sin ver, si alguien puede llevarte de la mano en un terreno desconocido? Es como un guía de turistas en un safari... ¿te atreverías a ir así, nada más, y enfrentar todos los peligros del viaje esperando volver sano y salvo (con muchas fotos y momentos felices)? Poniéndolo así, suena ridículo, ¿no lo crees?
En realidad, hay formas probadas de mejorar el desempeño emprendedor, y no tienes que tener años de experiencia ni un título profesional para que todo te salga bien en tu emprendimiento.
Ese plus lo da el concimiento específico. Aquí está la clave: Uno NO debe apostar su futuro en situaciones inciertas o soluciones rápidas. Uno debe ir por el CONOCIMIENTO CIENTÍFICO, la raíz de todos los avances de la humanidad. Es como un tutorial, pero más completo y definitivamente personalizado. Es la diferencia entre leer el instructivo y que alguien te lo explique con lujo de detalle, observándote y corrigiéndote mientras ejecutas cada paso: Esa es la capacitación.
¿Capacitarse garantiza el éxito? No. Depende de tres cosas: la primera es capacitarse en LO QUE HACE FALTA, nada más, con objetivos específicos bien definidos en torno a tu sueño emprendedor y a tus capacidades actuales; la segunda, es capacitarse en formación basada en competencias ya estudiadas, conocer el CONOCIMIENTO CIENTÍFICO que garantiza un método de trabajo que sí funciona y que está probado. No en cualquier curso rápido y barato. Algo que de verdad sirva. Piensa que el costo más grande es tiempo tirado a la basura: puedes conseguirte más dinero, pero no le puedes agregar tiempo a tu vida. Y la tercera, es poner en práctica lo aprendido. Para eso necesitas, quizás, un acompañamiento (o sea, alguien que te vaya resolviendo las dudas que salen cuando aplicas las técnicas en la vida real, en tu día a día... de a deveras).
Por eso, tenemos para ti una lista con los puntos que debes revisar antes de embarcarte en buscar capacitación:
- Busca a alguien que base su oferta en una detección de necesidades de capacitación DE TU EMPRESA y que te explique cuáles son los estándares que debes observar para ser científicamente exitoso
- Tu capacitador debe tener sus cursos basados en estándares de competencia
- Busca a quien se quede contigo porque le importas y te dé acompañamiento posterior
No todos te van a valorar como te mereces, pero, ya sabes: no trates como prioridad a quien te trata como opción.
Gracias por leer.
Fuentes: Radiografía del emprendedor 2020, ASEM.com